mm

jueves, 26 de octubre de 2017

UN ROSARIO EN EL PARQUE






A veces, cuando no se tienen muchas fuerzas, hay que utilizar un impulso, cualquier cosa medio buena que nos pase, para hacer las cosas que siempre has hecho y que ahora cuestan tanto. Como yo ahora que aprovecho para escribir después de mucho tiempo.

Ya no me río, como cuando era más joven, de los rezos o cualquiera que sea la creencia de cada uno. Si consuela, si sirve para apaciguar el ánimo, me basta.
Admito que en más de una ocasión, en esas largas noches de insomnio, lo he practicado... aunque en mi caso sin mucho resultado.





En mi casa la música ya no suena como antes. Mi piano... está dejado de la mano de Dios, olvidado, relegado a otro plano, perdido, sin sentido desde que no se oye la voz de mi padre pedirme por enésima vez   -Anda, toca un poquito que yo te oiga.

Sé que hay que seguir, que no queda otra, pero según en qué circunstancias el camino se hace aún más duro y ya no queda sino la búsqueda incesante de consuelo, lo que no es nada, pero nada fácil.


ROSARIO ANTIGUO. CUENTAS CRISTAL COLORES. (Antigüedades - Religiosas - Rosarios Antiguos)



En esa búsqueda de alivio, siempre me da por caminar, caminar sin rumbo fijo, aunque siempre termino en algún parque donde siempre hay risas de niños, perritos paseando a sus dueños... etc
En una de estas, me senté en un banco cerca de una señora que estaba sola. No sé cómo empezamos a conversar, lo cual en Bilbao no es nada habitual por muy abierta que yo sea. La cuestión es que hablamos un poquito por encima de nuestras congojas y la verdad es que aquella dulce dama, con pocas àlabras apaciguó mi espíritu, sobre todo cuando, bien guardado en su bolso, en una bolsita de terciopelo, me enseñó su pequeño gran secreto.







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

LECTORES EN EL MUNDO

Únete a mis amigos

http://ads73835.hotwords.com/show.jsp?id=73835&cor=FF0000&tag=div&atr=class&vatr=post-body