mm

jueves, 23 de febrero de 2012

ON - OFF


Recuerdo como si fuera ahora mismo el día en que un amigo me dijo que había encontrado un trabajo y que no estaba muy seguro, más que nada por el producto;  iba a ser comercial de lo que entonces se llamaba ***  (¡ay ! que no se pueden decir marcas! ) la mayor compañía de telefonía móvil  todavía hoy en España, vamos que no tiene pérdida.  Qué cosas… tampoco ha pasado tanto tiempo, pero el que se ha ido ¡qué velocidad llevaba!

Cuando llegaba a casa, lo primero que preguntaba a mi madre es si me había llamado alguien, ¿lo recordáis? y  si no estabas ... pues a fastidiarse, ya te localizarían otro día. Ahora si no estás disponible las 24 horas del día empiezas a parecer un poco rarito…y yo me niego, pero cada vez menos.

Los que no se han enganchado a la rueda loca de la tecnología seguramente quedarán relegados, apartados.  Hay que entender de estas cosas sí o sí, aunque no te guste nada y te de igual qué aplicaciones lleva el último smartphone de marras. O te apuntas o no juegas.

Yo no he usado las redes sociales hasta hace pocos años. No me gustaban demasiado, pero ahora además de todos sus inconvenientes, que son muchos, también he encontrado algunas ventajas. 

Lo que más miedo da son algunas personas que se meten tantísimo en este tipo de cosas que no se dan cuenta de que se alejan de la gente “de verdad”. No sirve tener miles de amigos virtuales sino se tiene una vida social más o menos “normal”.

¿Cuánto tiempo podéis pasar sin utilizar alguna tecnología? (léase con voz grave y atronadora como en el legendario concurso) 
ESA ES LA PREGUNTA






Sígueme en twiter @ladebilbao  

¡Tu opinión es muy importante! !Participa con tus comentarios!





miércoles, 22 de febrero de 2012

¿PECADOS FEMENINOS?



Cuando dos personas se conocen y se atraen a golpe de vista, se produce lo que los franceses llaman  “Le Coup de foudre” o amor a primera vista, valga la redundancia. Particularmente me gusta más que "nuestro flechazo” que me resulta  antipático. Ese angelito bobalicón y su flecha….¿de verdad representan el amor?

Quienes dicen que no existe es  porque no lo han experimentado. Permitidme decir que definitivamente y con toda seguridad yo sí. Hay veces en que sencillamente los cuerpos se atraen  no se si por física, química o porqué, pero cuando eso ocurre no hay quien lo pare.

El organismo medio se descompone, se desarregla, hay músculos que no se controlan, se relajan y aflora una sonrisilla tonta que nadie más entiende.
El mundo queda reducido a los sentidos, quizás olvidados, ahora amplificados, renovados. Se vive única y exclusivamente para el momento en que “las pieles” vuelven a tenerse.
Olores y sabores se entremezclan, se confunden. Los días pasan con una celeridad inusitada, desacostumbrada.

Uno no entiende cómo ha podido vivir de otra manera que no sea pegado a ese otro cuerpo, tibio, acogedor, que se nos vuelve hogar y que a veces nos ayuda a tocar lo que seguramente debe ser el cielo.
 
Y ese estado dura… hasta que un día vemos las cosas del color que son. Cuando una conversación se convierte en una tarea peliaguda, cuando dejamos de hacer o decir lo que quisiéramos “por si acaso”, para que no haya una bronca, para complacer al otro… que no se rompa ese equilibrio inestable que no se sabe muy bien cómo, se ha instalado en nuestra vida.
¿Dejamos de ser “nosotros mismos” o quizás... “nosotras mismas”?. ¿Es este un error exclusivamente femenino?. Iluminadme por favor…









lunes, 20 de febrero de 2012

¿DONDE ESTÁN LAS LLAVES?


No hace mucho que vivo donde vivo. Es un edificio de apartamentos, todos igualitos, de no más de 60 metros cuadrados. Es un espacio no muy grande pero cómodo; mi burbujita, mi refugio.
Somos muchas las personas que vivimos y dormimos únicamente con un tabique de por medio, que no deja lugar a lo que yo más valoro, la intimidad.

Reconozco que a pesar de ser una persona muy sociable, el tema de los vecinos, a los que no veo prácticamente, no lo llevaba como correspondiera quizás debido al recuerdo de la casa familiar donde todos nos conocíamos “de toda la vida” y que eran prácticamente como de la familia.

Esta mañana hacía mucho frío y como es habitual he salido corriendo
cargada con mis bártulos y vestida como si fuera al Polo Norte.
Siempre abro el buzón para recoger las notificaciones del banco, facturas y publicidades varias. Hoy no había muchas.

Después de caminar un rato largo, pasar por  Correos y mi Tahona preferida, advierto con estupor que me faltan las llaves. Como hago siempre que me ocurre un imprevisto desagradable, respiro hondo, vacío el bolso en su totalidad, reviso…miro una y otra vez pero las llaves NO ESTAN. Ahí ya, casi presa del pánico echo a correr para agenciarme las copias que he dejado a un amigo, que no vive lo suficientemente cerca, ahora me doy cuenta.
A pesar del frío empiezo a sudar, y entre bufido y bufido todavía me da la cabeza para retroceder en el tiempo y pensar dónde he podido dejar mis puñeteras llaves cuyo manojo por cierto, ¡incluye también las del coche!
Correos, panadería… no, no, noooo...¡me las he dejado en el buzón! Allí bien puestitas para que no haya equivocación y me puedan robar a gusto y sin sobresaltos. Ahí ya no corrí, volé mientras llamaba por el móvil a una vecina que a la pobre sólo la conozco porque una vez estando de vacaciones casi le inundo la casa.

Cuando llegué el portal estaba abierto y había no menos de cuatro vecinos dando vueltas por la escalera preguntando quién podía tener mis llaves, las llaves de la chica del 4º. “Ahí viene” dijo un señor grandote con cara de bonachón sonriendo pícaramente con mis llaves en su mano.
Y fin de la historia, he aprendido. Ya no soy más la chica del 4º. Ahora todos saben mi nombre, y  yo los suyos.








Sígueme en twiter @ladebilbao
 
¡Tu opinión es muy importante! !Participa con tus comentarios!


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

LECTORES EN EL MUNDO

Únete a mis amigos

http://ads73835.hotwords.com/show.jsp?id=73835&cor=FF0000&tag=div&atr=class&vatr=post-body