No leo revistas femeninas, como mucho ojeo las que vienen
con el periódico el fin de semana. Y es que me asalta una duda existencial; ¿Estaré
descuidando mi cuerpo, mi piel y mi belleza asaz efímera? Es que... si hago caso de los consejos y dietas de este tipo de revistas, no tendría tiempo de
hacer absolutamente nada más.
La tan cacareada presión
social a la que nos vemos sometidas las féminas, y ahora también algunos
hombres, "metro sexuales" o no... está ahí y por mucho que
se haya hablado del tema, nunca será suficiente.
Yo me considero una mujer femenina, que se preocupa por su aspecto, y tengo
pruebas fehacientes de éste hecho. Lo que no hago es obsesionarme por los
rituales y cuidados de belleza que estamos “obligados” a cumplir perpetuamente.
Vale, está claro que las bases de higiene, hidratación y
nutrición y hasta exfoliación semanal, por ejemplo, un poco de ejercicio y no comer en exceso, son reglas que está bien
seguir, todo dentro de unos límites, claro… pero ¿quién marca los términos? ¿nos estamos volviendo compulsivos en nuestro comportamiento general?
Las sugerentes revistas, digitales o no, tenemos que tener claro que sólo son “la voz de su amo” y que siempre nos hablarán maravillas del último producto o dieta salido al mercado que hay que promover.
Las sugerentes revistas, digitales o no, tenemos que tener claro que sólo son “la voz de su amo” y que siempre nos hablarán maravillas del último producto o dieta salido al mercado que hay que promover.
Criterio es la palabra, y sobre todo “sentido común” para quedarnos con lo que realmente necesitamos. No nos volvamos locos… aunque nos
chiflen los cuerpos bonitos y la estética.