POR TODO

Ya sabéis que siempre que puedo me escapo a Canarias, y últimamente más en concreto a Gran Canaria. 

Las razones son obvias; sol, mar, paisajes diversos... etcétera  pero me gusta contaros lo que opino y lo que siento cada vez que tengo la enorme suerte de poder coger mi maleta y llenarla  de enormes esperanzas que luego se cumplen sin excepción. Poco o muy exquisita, cada uno tendrá su opinión, yo encuentro la paz que tanta falta me hace.

El sol calienta mis huesecillos y yo creo que dan las gracias a

su manera. Me reencuentro una y otra vez, ya sea por su paisaje, que siempre me envuelve , me abruma tanta naturaleza exultante y me hace sentir intensamente. Por muchas veces que vaya a Gran Canaria, siempre encuentro algo nuevo, algo que me dice que mis sueños están por ahí en alguna parte. 
Me da igual un hotelazo , un apartamento que una casa rural por poner un ejemplo ya que hay una enorme diversidad de  casas gran canaria para dar con todos los gustos. Por muy exigente que seas, te aseguro que encontrarás el lugar apropiado para pasar tus vacaciones.

Me vuelvo loca haciendo fotos porque todo me gusta y todo

tiene su "aquél" . Un mismo pequeño rincón cambia según la luz del día y esa sensación me hace inmensa y me llena de alegría .
Me gusta perderme por ahí, sin ningún plan preestablecido, y captar momentos seguro que irrepetibles.

Si me preguntaran las razones por las que viajar a Gran Canaria, la verdad es que lo tendría difícil porque son tantas y se mezclan con sentimientos de verdad con lo que el asunto se vuelve de una trascendencia fundamental, o si se quiere de una ligereza total, esa es la maravilla entre las maravillas.

Lo que tengo claro y es algo que no se puede hacer en casi ningún sitio , es que si cambio de opinión en cuanto a vacaciones relajadas y de descanso, a otras más activas y en busca de parajes y aventuras, lo voy a encontrar todo sin tener que recorrer grandes distancias, o sí... todo a gusto del consumidor o del viajero en este caso.

Espero poder cumplir mi sueño de vivir o al menos pasar largas temporadas allí donde el sol siempre está presente. ¿Por qué ?, ¿Necesitáis más razones? pues... Por todo.

LA MIRADA

Me voy unos días fuera. Cuando regrese, el verano será un incierto recuerdo en los que nos quedamos en Bilbao. Un verano lleno de contrastes, mucha lluvia y demasiado claroscuro. 

No sé si mis humildes fotos estarán a la altura, vosotros me diréis. Sólo quiero dejar constancia de lo que para mí han sido estos meses en la ciudad, en la que sin mis paseos no sé muy bien qué hubiera hecho...

¡Hasta la vuelta! 

Vista traseraTeatro Arriaga

Los nuevos colores de la ciudad

Al fondo el Ayuntamiento

Plaza de abastos

Vista parcial Teatro Arriaga

¿Bilbao o New York? :)

Nuevo Bilbo

Monumento polémico

Playa de Ereaga

Paseo de Getxo

Una vista diferente de Las Arenas

Vista escaleras del Puerto Viejo

El Faro

Paseo de Las Arenas

Playita del Puerto Viejo

El puente Colgante de Portugalete..."El más elegante"

Conste que me hubiera gustado maquetarlo de otra forma y comentar cada foto, pero Blogger como sabéis tiene sus limitaciones. Os dejo con un mar plateado. Al fondo lejana, nuestra otrora floreciente industria...

DE MADEIRA AL CIELO

Uno de los pocos sitios del centro sin obras

Normalmente dedicamos bastante tiempo a planificar las vacaciones, destinos que imaginamos una y otra vez cuando estamos estresados, tristes o agobiados. Una manera para escapar de la rutina y ponernos de mejor humor sólo pensando lo bien que lo vamos a pasar y las cosas tan bonitas que veremos. Sí, normalmente yo también lo hago, pero en esta ocasión por diferentes causas me vi más o menos "obligada" a coger una oferta de última hora y no tuve tiempo de pensar ni mucho menos planificar.

Rincones escondidos...

No se muy bien lo que esperaba, pero desde luego no una ciudad entera EN OBRAS. Creo que hasta el viajero más indulgente se sentiría más que molesto.
Afortunadamente encontré lugares donde poder disfrutar de su gastronomía, pasear por algunas de las coloridas calles de Funchal, y felizmente, dar rienda suelta a una de mis pasiones; la fotografía. 
Lo más impresionante de la isla son sus paisajes escarpados, con extraordinarios precipicios y hondonadas, no aptos para quienes sufren de vértigo.

Una de las maravillosas vistas que se pueden encontrar en la isla.

No me apetecía alquilar un coche y como tengo por costumbre y es lo que más me gusta hacer cuando viajo, me mezclé entre los Madeirenses en uno de sus autobuses más "populares". ¡Por todos los dioses del firmamento! ¡No sabía dónde me había metido!. No podéis imaginar qué sensación y qué mareo, (superados los 40 grados y por supuesto sin aire acondicionado), aquellas carreteras imposibles en las que los vehículos hacían maniobras aterradoras para darse el paso unos a otros. 
Pasé auténtico miedo, e incluso llegué a pensar que ese sería mi último viaje porque aquello subía, subía y después volvía a subir un poco más, el conductor me miraba de reojo con cara de cachondeo porque yo estaba sentada en primera fila, no vaya a ser que me perdiera mi propia defenestración. Y lo que se suponía que era transporte "urbano" paraba en sitios imposibles en los que las mismísimas cabras no hubieran mantenido el equilibrio. Aquello no terminaba nunca y  el final de aquellos angostos caminos no parecía ser otra cosa, pensé, que el "cielo"...

AMORES DE VERANO

Entorno los ojos por un instante, y como en una película me retrotraigo a los 20, cuando los veranos eran pura diversión y nuestra mayor preocupación era qué ponernos aquella noche  para ir a "La Disco", donde triunfábamos sí o sí.

Ondárroa, tierra que vio nacer a mi madre, la infancia y adolescencia veraniega allí vivida, queda lejos. El paísaje ha cambiado pero el mar sigue presente, como casi siempre, pero la temperatura ha subido... y no sólo climatológicamente. Las hormonas exaltadas, el ambiente festivo y el "Nada importa, Carpe Diem". Esas eran las consignas, bastante menos exaltadas que ahora mismo, tengo que decirlo, pero la base seguía siendo la misma.

Apartando falsas modestias, se trataba de "éste sí, éste no", sin otro pensamiento que la pura diversión.

Mis adorados y "dorados guiris", altos, rubios y motorizados

Yo, la única tapadita... jaja

Ay las motos...¡Qué grandes paseos en grupo nos regalábamos!. La velocidad, el ir todos juntos a cualquier parte donde hubiera "marcha", la sangría, las risas, el flirteo continuo. Nos creímos y sentimos eternos, hasta que la realidad nos abofeteó en plena cara. En esa foto de la playa hay alguien que nunca más volverá a reír ni disfrutar de la vida.

Pequeñas y grandes tragedias que trufan con un sabor amargo la nostalgia del recuerdo. Despedidas interminables en el autobús de vuelta. - No te voy a olvidar- -Te visitaré- -Escríbeme, llámame todos los días por lo que más quieras- ...aunque a menudo todo quedase allí, en aquella fría parada. Lejos ya aquella infinitud con el aire revolviendo los cabellos, los besos, las risas...

 

AQUELLOS MESES DE VERANO

Totalmente equipada

Recuerdo la canción del "Dúo dinámico" sonando de fondo en el último capítulo de "Verano Azul",  mítica serie infantil-juvenil que tuvo un éxito inusitado allá por los años 80. La puñetera canción decía "Eeel finaaal deeel verano (así, acentuando para fastidiar más), llegooó y tú te iráaas". ¡Pero qué manía le cogí a la dichosa cancioncilla por favor!. No era triste, o sí... depende de los gustos. A mí me parece profundamente molesta, sin más. Sobre todo porque entonces se sucedían los dramas "erotico-estivales" y no estábamos para bromas..

Ciertamente, no encuentro momento más feo en el año. Cuando cambian la hora y anochece más pronto me pondría a gritar de rabia e impotencia.

Los veranos se me hacen cada vez más cortos, sobre todo si uno vive en el Norte claro. En cambio cuando era pequeña, se me hacían larguísimos, a veces incluso desesperadamente tediosos                                                                                 y no porque me lo pasara mal, que va... 

No se qué ocurre con el tiempo en la niñez, me lo he preguntado muchas veces. Parece que  se dilata, justo cuando en principio, tenemos toda la vida por delante. Nos hacemos mayores y ya todo son prisas, urgencias,  y nos preguntamos ¿Tendremos tiempo para ser felices?.

Día soleado en Amsterdam

Revivo en verano, igual que las plantas un poco mustias, con los primeros rayos de sol se me cambia la cara, la energía me inunda y me urge hacer esto y aquello, me pongo inquieta, no paro de moverme (más de lo habitual) y sobre todo viajo a lugares que en invierno no pisaría.

Mi mayor placer los "chiringuitos" (la semana pasada)

Qué no daría por pasar un verano como aquellos, todo el día en la calle con los amigos, sin más ocupación que pensar en cual iba a ser la próxima distracción. Porque teníamos tanto tiempo que ¡nos aburríamos! ¿Será posible?

Ya ha anochecido, se nota Septiembre... pero como dice "Amaral" aún quedan días de verano, aunque no sean para pedirte perdon...