Quizá, uno diría que en tiempos de vacas flacas lo conveniente sería recogerse, incluso encogerse casi en postura fetal y esperar a que pase el temporal, pero yo creo todo lo contrario. Siempre que sea posible, encarar los problemas trae mejores consecuencias.
Que las cosas están cambiando está más que claro, las modas van y vienen y hay cosas que se hacen porque "se lleva" simplemente y ni si quiera se trata de una moda.
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Que las cosas están cambiando está más que claro, las modas van y vienen y hay cosas que se hacen porque "se lleva" simplemente y ni si quiera se trata de una moda.
Yo no sé si todo esto es bueno o malo pero tengo claro que si no nos adaptamos quedaremos fuera del juego.
Increíblemente "la moda" de las bodas no ha pasado ni por lo que parece pasará ya que cada vez se casa más gente aunque cada vez haya más divorcios, que todo hay que decirlo.
El negocio de las bodas, sean los contrayentes del sexo que sean, va en aumento y desde luego casarse no resulta barato, pero casi nadie escatima en gastos en su traje por ejemplo, y si son trajes a medida mucho mejor. Los precios ya no asustan y tienen un público que se resiste a los "out let" que proliferan más y más.
Con las bodas entre homosexuales se ha incrementado el número de personas que quieren decir el sí quiero y de esta manera los negocios aumentan de manera considerable, lo que no está nada mal se mire por donde se mire, ya que lo que más falta hace ahora mismo es que la gente compre, se case, celebre y consuma sí, porque es la única forma que tenemos de salir del agujero donde estamos.
Hay que recordar que toda esta parafernalia, para algunos, resulta que es la manera de ganarse la vida para mucha mucha gente, porque en una boda hay muchos "gremios" que se coordinan para que todo salga perfecto.
Quién no se fija en las flores, la decoración, los trajes por supuesto, la música, el catering... y así hasta el infinito, porque una boda puede ser una celebración sencilla entre amigos o un gran acontecimiento social en el que concurra lo más dorado de la vida social nacional e internacional, todo depende de quién se case y del presupuesto claro.
Particularmente yo no soy mucho de bodas, pero siempre recuerdo que es un momento alegre, o se le supone, y que las gente se reúne para celebrar el amor y la futura convivencia de dos personas que se quieren y tienen un proyecto de futuro.
Si todavía existe el amor y las ganas de reunirse con esa excusa... ¡Celebremos pues! ¿No os parece?
El negocio de las bodas, sean los contrayentes del sexo que sean, va en aumento y desde luego casarse no resulta barato, pero casi nadie escatima en gastos en su traje por ejemplo, y si son trajes a medida mucho mejor. Los precios ya no asustan y tienen un público que se resiste a los "out let" que proliferan más y más.
Con las bodas entre homosexuales se ha incrementado el número de personas que quieren decir el sí quiero y de esta manera los negocios aumentan de manera considerable, lo que no está nada mal se mire por donde se mire, ya que lo que más falta hace ahora mismo es que la gente compre, se case, celebre y consuma sí, porque es la única forma que tenemos de salir del agujero donde estamos.
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Hay que recordar que toda esta parafernalia, para algunos, resulta que es la manera de ganarse la vida para mucha mucha gente, porque en una boda hay muchos "gremios" que se coordinan para que todo salga perfecto.
Quién no se fija en las flores, la decoración, los trajes por supuesto, la música, el catering... y así hasta el infinito, porque una boda puede ser una celebración sencilla entre amigos o un gran acontecimiento social en el que concurra lo más dorado de la vida social nacional e internacional, todo depende de quién se case y del presupuesto claro.
Particularmente yo no soy mucho de bodas, pero siempre recuerdo que es un momento alegre, o se le supone, y que las gente se reúne para celebrar el amor y la futura convivencia de dos personas que se quieren y tienen un proyecto de futuro.
Si todavía existe el amor y las ganas de reunirse con esa excusa... ¡Celebremos pues! ¿No os parece?
Pues claro que si, hay que celebrar a diario, aunque sea que estamos vivos y que seguimos dando guerra, o que los que queremos y están a nuestro lado la siguen dando.
ResponderEliminarEn lo que dices de las bodas es cierto que es un negocio del que pican muchos profesionales y desde que se instauraron las bodas homosexuales ese abanico se abrió mucho más. Hay muchos gays de alto poder adquisitivo que están haciendo de sus celebraciones fiestas monstruosas, que cuestan mucho dinero pero que también lo generan. A raiz de todo esto están proliferando los wedding plannaers y se le está dando una vuelta de tuerca al negocio, ya no está tan de moda el típico salon de bodas, ahora hay que rizar el rizo. Y olé!!!
Un abrazo y a celebrar, que son dos días.
Muxus
Todo lo que sea bueno para salir del agujero hay que apoyarlo en la medida que podamos.
EliminarGracias por pasarte compi.
Muxus